domingo, 17 de junio de 2012

No soy yo... eres tú!



Qué tal? En esta entrada les platicaré un poco acerca del famosísimo "Es
que... no tengo fuerza de voluntad".

Y qué es eso? La fuerza de voluntad es ese pequeño impulso interno que viene cuando te ves tentado a fallar. Por ejemplo, un nadador profesional entrena hace doble sesión y su primera sesión puede ser a las 5:00 a.m. Fuerza de voluntad es levantarte todos los días en la madrugada a entrenar y no faltar pese a lo cansado que estes.
Otro ejemplo podría ser con tu pareja, fuerza de voluntad es ser fiel.

Ejemplos hay miles, pero el que me interesa es a la hora de comer. En una encuesta realizada en el Distrito Federal en el 2011, se reveló que más de 50% de la población que tiene obesidad, tiene el deseo de luchar contra ella. Sin embargo, sólo el 24% lo logra y de este porcentaje menos de la mitad lo mantiene y la otra mitad recupera el peso y hasta sube más.

¿Por qué? Por que dejar de comer es un sacrificio! Es renunciar a esa parte "rica" del día. Por naturaleza, el hombre puede hacerlo. Cuando se presenta algo mejor, o tenemos una meta o queremos obtener algo, podemos renunciar a otras cosas con tal de obtenerlo.

El deportista renunciará a las fiestas de los viernes y sábados a cambio de un lugar en los juegos olímpicos. Tú renunciarás a otros(as) por que encontraste al ideal. Y un obeso tiene una sola meta...No serlo.

Para tener fuerza de voluntad debemos tener claras nuestras convicciones y no perder de la mente nuestra meta. Es cuestión de carácter y personalidad. Lo que sucede con los obesos y con las personas que tienen sobrepeso es que declaran "no tener fuerza de voluntad". No son ellos, simplemente no lo controlan. Y si fallan una vez, o incluso varias veces no lo vuelven a intentar.

Esto tiene mucho que ver con su bajo perfil de personalidad. A mi favor, se realizó un estudio a cargo de la Licenciada del Toro de la Universidad del Valle de México de Verazcruz. El departamento de enseñanza y psicología realizo un estudio en una muestra de 60 pacientes: 31 hombres y 29 mujeres que cumplían con ciertas características.

Utilizarón el Perfil Inventario de la Personalidad de Gordon (P-IPG) donde se evaluan aspectos como ascendencia, responsabilidad, estabilidad emocional, sociabilidad, cautela, originalidad, realciones sociales y vigor.

El resultado no fué nada favorecedor, por que la mayoría de los pacientes está por debajo del perfil ideal de personalidad, lo cual revela inestabilidad.
Y en efecto son inestables. Si la persona tuviera clara su meta, no sería tan dificil evitar las tentaciones. Esto me dice que entonces el deseo de bajar de peso, no es tanto. No cumplen con sus horarios, son menos responsables de su imagen física, no se ejercitan constantemente, etc. Es una ecuación gigantesca con miles de variables a considerar.

Por ello, es importante que haya un binomio a la hora de recibir "terapia y rehabilitación". Un psicólogo es indispensable en el manejo de la obesidad.

Para concluir con esta entrada, me gustaría decirles algo. Sí se puede! Si se puede tener fuerza de voluntad y se puede controlar. El cáncer no se controla, el SIDA tampoco. Pero la ansiedad, tiene puntos débiles y con ayuda de un especialista, claro que se puede derrocar.


























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